Manon Pascual lleva más de dieciocho años creando vestidos de novia. Después de graduarse en artes aplicadas, donde exploró un gran número de profesiones artesanales artísticas, Manon Pascual se instaló en un pequeño pueblo cerca de Burdeos, para inspirarse. Su obra es una búsqueda permanente entre el equilibrio y la originalidad, la elegancia en la pureza de las líneas. El tecnicismo, la perfección del corte, los acabados a mano, la delicadeza de los detalles, la originalidad, el respeto por la morfología y el estilo, son para Manon sólo simples herramientas atemporales pero necesarias para la realización de su obra, “La El ADN de la marca es la visión de la moda nupcial, a caballo entre los valores tradicionales y el espíritu de los tiempos, la originalidad está en el centro de la motivación, en el sentido literal del término”.

Anne y Blandine adquirieron su experiencia en los talleres de alta costura parisinos más codiciados. Anne de Lafforest desea resaltar el saber hacer de la alta costura francesa. Cada colección está diseñada en París, en su taller. Los tejidos de seda se seleccionan por su calidad, su caída y sus delicados tonos crema. Confeccionada con sedas lionesas o italianas, esta selección garantiza a los modelos de Anne de Lafforest este acabado único y lujoso. Uno es estilista, el otro es modelista. A ambos nos mueve el mismo deseo: crear una casa de moda solidaria para las Novias, un lugar al que acudimos porque nos sentimos bien allí. Característica importante de la identidad de Anne de Lafforest, el bordado es realizado por manos experimentadas y meticulosas, sublimando cada modelo con originalidad y delicadeza.